En 2024, Chile ha registrado un aumento significativo en los niveles de obesidad. Según un estudio de The Lancet, la prevalencia de la obesidad ha crecido considerablemente en los últimos 30 años, estimando que el 43% de los adultos chilenos podrían ser obesos para 2035 si no se implementan medidas efectivas.
Este hecho se ha vuelto evidente en la población llevándolos a buscar medidas de cualquier índole para poder bajar de peso, incluyendo el uso de fármacos. Sin embargo, aunque los resultados son prometedores, no están exentos de riesgos.
Entre los medicamentos más destacados se encuentran aquellos basados en la hormona GLP-1, como Semaglutida y Liraglutida. Estos fármacos fueron principalmente diseñados para tratar la diabetes tipo 2, pero pronto se descubrió que ayudan a controlar el peso mediante la reducen el apetito.
Actúan imitando la acción de esta hormona, que regula la sensación de saciedad y ralentiza el vaciado gástrico, lo que contribuye a que las personas se sientan llenas por más tiempo y consumen menos calorías.
¿Cuáles son los riesgos?

Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran las náuseas, vómitos, diarrea, cansancio, perdida de masa muscular, dolor de estomago, daños en la función renal, pancreatitis y cálculos biliares.
El uso prolongado de estos medicamentos aún está bajo investigación para determinar sus efectos a largo plazo, lo que genera preocupación entre los profesionales de la salud, sobre todo cuando lo usan personas solo por razones cosméticas.
Existe el riesgo de que las personas vean estos fármacos como una solución rápida sin tomar en cuenta la importancia de los cambios en el estilo de vida necesarios para mantener los resultados.
Adicionalmente, existen ciertos casos, en donde estos medicamentos pueden no ser seguros para personas con problemas cardíacos o renales preexistentes.
En resumen, los fármacos para bajar de peso ofrecen una solución seductora, pero deben ser utilizados con precaución y bajo la orientación de un profesional de la salud. Para muchas personas, los riesgos pueden superar los beneficios si no se toman las medidas adecuadas.