Maternidad Tardía: Cómo prepararte para tener hijos después de los 35

Cada vez más mujeres deciden posponer la maternidad por razones personales, profesionales o de salud. Aunque tener hijos después de los 35 años es completamente posible y cada vez más común, esta decisión puede venir acompañada de ciertos desafíos. Si estás considerando la maternidad tardía, estos consejos te ayudarán a prepararte y afrontar el proceso.

Consulta con un profesional de la salud antes de concebir

Tu médico puede sugerir pruebas que evalúen la reserva ovárica, los niveles hormonales y la salud general de tu sistema reproductivo. Además, la evaluación de tu estado de salud general es clave para identificar posibles afecciones que podrían afectar el embarazo, como hipertensión o diabetes.

Mantén un estilo de vida saludable

Tener hábitos de vida saludables es esencial para cualquier embarazo, pero cobra aún más relevancia cuando te acercas a los 40 años. Por su parte, la actividad física reduce el riesgo de complicaciones como la preeclampsia y la diabetes gestacional.

Conoce los riesgos y cuida tu bienestar emocional

Es normal que al pensar en la maternidad después de los 35, las mujeres se enfrenten a ciertos temores sobre los riesgos potenciales, como abortos espontáneos, problemas de fertilidad y ciertas condiciones genéticas como el síndrome de Down.

Sin embargo, con un control médico adecuado y un monitoreo constante, estos riesgos pueden ser gestionados exitosamente. A nivel emocional, la maternidad tardía puede conllevar presiones externas e internas, desde expectativas familiares hasta dudas personales.

Por eso, es esencial cuidar también tu salud mental. Hablar con otras madres que hayan tenido hijos de una edad similar, buscar apoyo psicológico si es necesario, o practicar técnicas de relajación como la meditación, pueden ayudarle a mantener un equilibrio emocional.

Considere las opciones de fertilidad asistida

En caso de que experimentes dificultades para concebir naturalmente, la tecnología de reproducción asistida puede ser una opción valiosa. Procedimientos como la fertilización in vitro (FIV) y la congelación de óvulos son herramientas que muchas mujeres eligen para aumentar sus posibilidades de quedar embarazadas.

Involucra a tu pareja en el proceso

Tener el apoyo de tu pareja puede hacer toda la diferencia. Compartir responsabilidades sobre la planificación familiar y la salud de ambos puede mejorar las probabilidades de un embarazo exitoso. La salud y el bienestar de tu pareja también son factores importantes para la fertilidad.

Acepta que el embarazo puede tardar más de lo esperado

Es fundamental tener expectativas realistas. A medida que envejecemos, la fertilidad disminuye, por lo que es posible que el embarazo no se produzca de inmediato. Mantén una actitud positiva, y si después de 6 meses de intentarlo no hay resultados, consulta a un especialista en fertilidad.