Tras casi un año de intensos enfrentamientos, el alto el fuego entre Israel y, la milicia chií, Hezbolá ha traído una relativa calma a la frontera entre ambos países, marcando un punto de inflexión en el conflicto que ha devastado la región.
¿Cuándo entra en vigencia?
La tregua, que comenzó a las cuatro de la madrugada de este miércoles, ha permitido a miles de civiles libaneses retornar a sus hogares en el sur del Líbano, una zona gravemente afectada por los combates. Sin embargo, las autoridades de ambos países insisten en que el regreso a estas zonas aún no es seguro debido a la presencia de tropas israelíes y los riesgos asociados con los posibles brotes de violencia.
¿Quién garantiza este acuerdo?
El acuerdo, garantizado por Estados Unidos y Francia, estipula la retirada gradual de las tropas israelíes en un plazo de 60 días. En paralelo, el ejército libanés está desplegando a 10.000 soldados para reforzar la presencia del Estado en el sur del país y garantizar la estabilidad.
Más de 1,2 millones de desplazados aún se encuentran fuera de sus hogares, y aunque algunos ya han comenzado a regresar, las recomendaciones siguen siendo prudentes. Las zonas afectadas por la violencia siguen siendo peligrosas, y la situación en la región sigue siendo volátil. El impacto del conflicto no solo se limita a Líbano e Israel.
Comentarios al respecto
El primer ministro libanés, Najib Mikati, destacó que este es el inicio de un proceso largo de reconstrucción y fortalecimiento institucional, con la esperanza de restaurar la autoridad del Estado en todo el territorio. A pesar de los esfuerzos por restaurar la paz, el retorno a la normalidad no será inmediato.
El ministro de Exteriores de Irán, Abás Araqchí, ha advertido que su país está «completamente preparado» para enfrentar cualquier amenaza de Israel, en respuesta a las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sobre la necesidad de concentrarse en la amenaza iraní.
Vista hacia el futuro
En este contexto, la tregua entre Israel y Hezbolá podría ser solo un respiro temporal en un conflicto mucho más amplio que sigue afectando a toda la región. El alto el fuego también ha sido recibido con esperanza por parte de Palestina, cuyo presidente, Mahmud Abás, ha instado a un fin de la violencia y la inestabilidad en la región, subrayando la importancia de alcanzar una paz duradera en Gaza.
Mientras tanto, Estados Unidos reitera su compromiso con los esfuerzos de paz, buscando una solución que implique el cese de hostilidades en Gaza y la liberación de los rehenes.
En definitiva, aunque el alto el fuego entre Israel y Hezbolá representa un paso importante hacia la paz, la situación sigue siendo frágil, y el futuro de la región permanece incierto mientras las tensiones persisten a nivel internacional.
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