Hoy, 4 de diciembre, la líder opositora venezolana María Corina Machado denunció que más de 20 agentes del régimen de Nicolás Maduro han rodeado la embajada de Argentina en Caracas y amenazan con ingresar a la sede diplomática donde se encuentran refugiados seis dirigentes opositores al gobierno venezolano. Estos opositores, miembros del círculo cercano de Machado, se encuentran asilados en la embajada desde hace varios días debido a las persecuciones políticas que enfrentan en el país.
Según Machado, los agentes, que se presentaron en vehículos patrulleros y civiles, han mantenido una actitud agresiva, intimidando tanto a los asilados como a los vecinos de la zona, y bloqueando el acceso a la calle donde se encuentra la embajada. En su denuncia, Machado destacó que el gobierno venezolano ha intensificado el asedio, cortando los servicios esenciales como electricidad y agua en la sede diplomática, y provocando una situación de extrema tensión en el área.

La líder opositora alertó a la comunidad internacional sobre la gravedad de la situación, subrayando que el régimen ha convertido la embajada argentina en «una cárcel», violando acuerdos internacionales sobre la inviolabilidad de las sedes diplomáticas. En un mensaje urgente, Machado solicitó a los gobiernos de Argentina y Brasil, así como al cuerpo diplomático acreditado en Venezuela, que garanticen la protección de los asilados y les proporcionen los salvoconductos necesarios para que puedan salir del país.
Este enfrentamiento llega después de que, hace casi dos semanas, el gobierno de Argentina presentara una denuncia formal ante la Corte Penal Internacional (CPI) por el asedio a su embajada en Caracas, que comenzó en represalia por haber ofrecido asilo a los opositores. En su denuncia, Argentina pidió que Venezuela respetara los derechos de los asilados y facilitara su salida de territorio venezolano, lo que hasta el momento ha sido rechazado por el régimen de Maduro.
La situación en la embajada de Argentina refleja la creciente violencia y represión política en Venezuela, lo que ha generado un fuerte rechazo internacional y pone de manifiesto la crisis diplomática y humanitaria que atraviesa el país. La comunidad internacional sigue de cerca estos desarrollos, mientras la presión sobre el régimen de Maduro aumenta.
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