Desde hace unos días, el metapneumovirus humano (HMPV) ha captado la atención internacional tras registrarse un aumento de contagios en China y Malasia.
Aunque no es un virus nuevo, su repunte en pleno invierno asiático ha despertado interrogantes sobre si representa una amenaza global. A continuación, analizamos qué es el HMPV, cómo se transmite y su verdadero impacto.

Origen e historia del HMPV
El HMPV, descubierto en 2001, pertenece a la familia Pneumoviridae, que también incluye al Virus Sincicial Respiratorio (VSR), conocido por causar bronquiolitis en niños.
Sin embargo, estudios sugieren que este virus podría haber «saltado» a los humanos en los años 60, adaptándose gradualmente hasta convertirse en un patógeno humano.
Aunque el HMPV comparte similitudes con el VSR, como los cuadros de infecciones respiratorias graves, no existe actualmente una vacuna específica para prevenirlo, lo que lo convierte en un tema de interés sanitario.
Contagio y síntomas del HMPV
El HMPV se propaga por contacto con microgotas respiratorias emitidas al toser, estornudar o hablar. Estas microgotas pueden permanecer suspendidas en el aire en espacios cerrados, especialmente durante la temporada de frío. Los síntomas incluyen:
- Fiebre prolongada (hasta 10 días).
- Tos persistente.
- Dificultad para respirar y sibilancias (ruidos al exhalar).
- Infecciones del tracto respiratorio superior e inferior, como bronquiolitis y neumonía.
El periodo de incubación del virus es de 3 a 5 días, y las poblaciones más vulnerables incluyen niños pequeños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas como EPOC, asma o diabetes.
Comparaciones con otros virus
Según Jorge Quarleri, investigador del CONICET, la tasa de hospitalización del HMPV es similar a la combinada de los virus de influenza y parainfluenza.
Sin embargo, la mortalidad en casos graves puede alcanzar el 11%, especialmente en pacientes con comorbilidades y, a pesar de estas cifras, el HMPV no debe confundirse con el SARS-CoV-2, aunque comparten ciertas características estructurales y formas de transmisión.
Situación actual en China
En las provincias del norte de China, donde el invierno es especialmente crudo, los brotes de enfermedades respiratorias están en su pico anual.
Si bien se ha informado un aumento en las consultas hospitalarias por infecciones respiratorias, las cifras exactas de contagios por HMPV no han sido confirmadas.
Ni la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han emitido alertas globales al respecto.
El HMPV, como otros virus de ARN, tiene un alto potencial de mutación. Cada replicación en las células humanas genera la posibilidad de errores que podrían dar lugar a variantes más contagiosas o virulentas.
Esto recuerda la importancia de la vigilancia epidemiológica y la inversión en herramientas de diagnóstico, como la RT-PCR, que aún no está disponible de forma generalizada para este virus.
Según Quarleri, la experiencia con el SARS-CoV-2 debería servir como advertencia para no subestimar las enfermedades respiratorias.
Aunque el HMPV no parece representar una amenaza inmediata comparable a la pandemia de Covid-19, su presencia constante subraya la necesidad de fortalecer las medidas de prevención, como el uso de mascarillas en ambientes cerrados y la ventilación adecuada.
El HMPV no es un nuevo enemigo global, pero sí una prueba de que los virus respiratorios continúan evolucionando y desafiando la salud pública.
Aunque no existe motivo para alarmarse en exceso, estar informados y preparados es clave para enfrentar brotes futuros con eficacia.
El equilibrio entre la precaución y la calma es esencial para evitar caer en la paranoia o en la negligencia frente a estos eventos epidemiológicos.
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