La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) está siguiendo de cerca la situación política y social que se vive en Venezuela, especialmente a días del inicio del Sudamericano Sub-20, previsto para arrancar el 23 de enero en varias ciudades venezolanas.
La crisis política derivada de la juramentación presidencial, que se llevará a cabo el 10 de enero, y la tensión internacional que esto ha generado, están en el centro de la preocupación. Mientras los equipos se preparan para la competencia, la Conmebol mediante fuentes le ha asegurado a la Agencia EFE que la situación está siendo «monitoreada» de cerca para garantizar la seguridad de todos los involucrados.
El contexto de la crisis en Venezuela y como afecta a la Conmebol
La crisis política de Venezuela ha cobrado notoriedad tras la disputa por la presidencia, con Nicolás Maduro y Edmundo González Urrutia reclamando el cargo. A este conflicto se suman las tensiones diplomáticas con países como Argentina, donde la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, expresó su preocupación por la seguridad de los jugadores argentinos que participarán del torneo. En declaraciones a la CNN Radio, Bullrich afirmó que su país no enviaría a los futbolistas «si hay riesgo de que sean secuestrados», aludiendo al incidente de diciembre de 2024 cuando un gendarme argentino fue arrestado al ingresar a Venezuela.

En medio de estas tensiones, también se ha especulado sobre la posibilidad de que otros gobiernos, como el de Uruguay, pidan a la Conmebol el cambio de sede del Sudamericano Sub-20. A pesar de estas voces disidentes, tanto la AFA como la Conmebol han mantenido su postura de que, por el momento, la sede sigue siendo Venezuela, aunque con una vigilancia constante de los acontecimientos. En este contexto, la Conmebol ha señalado que se tomará las decisiones necesarias para garantizar el bienestar de los equipos y el desarrollo del torneo.
Posibles alternativas de la Conmebol, en caso de cambio de sede
Aunque por ahora la sede del torneo no ha sido modificada, existen opciones viables para reubicar la competición en caso de que la situación en Venezuela se deteriore aún más. Chile, país que albergará la Copa Mundial Sub-20 en septiembre de 2025, cuenta con las instalaciones necesarias y podría asumir el torneo sin mayores inconvenientes. Otra alternativa sería Paraguay, sede de la Conmebol, que ha intervenido en ocasiones previas para resolver situaciones de emergencia en el fútbol sudamericano.
De ser necesario un cambio, las selecciones y la organización deberán actuar rápidamente para reubicar los partidos, asegurando que las delegaciones reciban el apoyo logístico y las garantías de seguridad. En este sentido, la flexibilidad será clave, ya que el torneo involucra a diez selecciones que deben ser alojadas y transportadas dentro del país anfitrión. Por otro lado, el Gobierno argentino ha señalado que la decisión de no enviar a la selección Sub-20 al Sudamericano dependerá de cómo evolucione la situación en Venezuela en los próximos días.
La situación política y social de Venezuela ha generado incertidumbre sobre la realización del Sudamericano Sub-20 en el país. Aunque la Conmebol ha afirmado estar al tanto de los acontecimientos y continúa monitoreando la situación, las tensiones políticas y las preocupaciones de seguridad de los países participantes, como Argentina y Uruguay, podrían llevar a una revisión de la sede. Mientras tanto, la competencia sigue en pie, y las selecciones se preparan para disputar el torneo, que es crucial para obtener un cupo al Mundial Sub-20 de 2025. La flexibilidad y la toma de decisiones rápidas serán fundamentales para garantizar que el evento se lleve a cabo sin mayores contratiempos.
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