La salud mental en el entorno laboral se ha convertido en un tema prioritario tanto a nivel global como en Chile, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el trabajo decente es esencial para el bienestar mental, pero entornos laborales deficientes pueden representar riesgos significativos.
Las cifras son alarmantes: en 2019, se estimó que el 15% de los adultos en edad de trabajar tenía un trastorno mental, y además, cada año se pierden 12.000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, lo que genera pérdidas en productividad equivalentes a 1 billón de dólares estadounidenses. (OMS, 2022).
Factores de Riesgo y Repercusiones
El trabajo puede ser un protector de la salud mental al proporcionar sentido de propósito, estabilidad y comunidad, sin embargo, cuando los entornos laborales son inseguros o discriminatorios, pueden contribuir al deterioro de la salud mental. Entre los riesgos identificados por la OMS se incluyen:
- Cargas de trabajo excesivas y horarios prolongados.
- Falta de apoyo institucional y liderazgo disfuncional.
- Violencia, acoso y discriminación.
- Condiciones físicas inseguras y falta de protecciones regulatorias.
En Chile, estos factores son particularmente evidentes. El Termómetro de Salud Mental Achs-UC (enero 2025) reveló que el 13,7% de los trabajadores presenta síntomas moderados o severos de depresión, con una mayor incidencia entre las mujeres (17,4%) que entre los hombres (9,8%). (ACHS).
Además, un 38,10% de los trabajadores señala sobrecarga laboral como un factor de estrés, mientras que el 25,50% identifica una cultura organizacional adversa. (Universidad de Concepción).
Impacto Económico y Social
El impacto de la mala salud mental no se limita a los individuos. La pérdida de productividad y el ausentismo laboral también afectan la economía.
En Chile, el Barómetro Hays revela una desconexión preocupante: mientras el 72% de los empleadores cree que se prioriza la salud mental, solo el 26% de los empleados lo percibe así. (Hays), esto destaca la necesidad de implementar y comunicar mejor las políticas de bienestar.
Acciones para Mejorar la Salud Mental
La OMS y otros organismos recomiendan medidas efectivas para proteger y promover la salud mental en el trabajo, que incluyen:
Prevención de Riesgos Psicosociales: Implementar intervenciones institucionales para reducir riesgos en el lugar de trabajo, como horarios flexibles y protocolos contra el acoso.
Promoción del Bienestar: Capacitar a supervisores en salud mental, fomentar la comunicación abierta y ofrecer programas de actividad física recreativa.
Apoyo a Trabajadores con Problemas de Salud Mental: Adaptar entornos laborales a las necesidades individuales, establecer programas de reincorporación y proporcionar apoyo continuo.
En Chile, iniciativas como el proyecto de Ley Integral de Salud Mental buscan fortalecer las políticas públicas en esta área, mientras que el plan “Construyendo Salud Mental” del Ministerio de Salud se centra en garantizar el acceso equitativo a servicios especializados. (Gobierno de Chile).

Hacia un Futuro Sostenible
La promoción de entornos laborales saludables no solo mejora la calidad de vida de los trabajadores, sino que también genera beneficios significativos para las empresas, como mayor productividad, retención de talento y reducción de costos asociados al ausentismo.
Según la OMS, la integración de la salud mental en las políticas laborales, la asignación de recursos adecuados y la participación activa de los trabajadores son pasos esenciales para construir un entorno laboral que fomente el bienestar y la inclusión.
La salud mental en el trabajo es un derecho fundamental y una necesidad urgente, en Chile, donde los problemas de salud mental afectan a una proporción significativa de la fuerza laboral, es crucial que gobiernos, empleadores y trabajadores colaboren para implementar soluciones sostenibles y basadas en evidencia. Solo así se podrá garantizar un futuro más saludable y productivo para todos.
Lee también: Buenas noticias para Rancagua proyecto para purificar el aire beneficiaría a cerca de 8.000 niños