Chile sigue consolidándose como líder regional en energías limpias. Esta semana, el país inauguró Quillagua, la planta solar con almacenamiento en baterías más grande de Latinoamérica, ubicada en pleno desierto de Antofagasta. El proyecto marca un hito en la transición energética y refuerza el compromiso nacional con la sustentabilidad y la innovación tecnológica.
La planta fue desarrollada por la empresa británica Contour Global y cuenta con una capacidad instalada de 221 megavatios pico (MWp). Además, incluye un moderno sistema de almacenamiento en baterías de 1,2 gigavatios hora (GWh), lo que permite entregar 200 MW de energía durante más de 6 horas incluso después del atardecer. Esto significa que el suministro de electricidad limpia no se detiene cuando se va el sol.
Un proyecto que combina eficiencia, empleo y tecnología
Durante su construcción, Quillagua generó más de 300 empleos directos y otros 176 indirectos, beneficiando a las comunidades locales. Actualmente, un equipo fijo de 20 personas opera la planta, que está equipada con 452 mil paneles solares y 267 módulos de baterías, lo que la posiciona como una de las infraestructuras energéticas más importantes de la región.
El CEO de Contour Global Antonio Cammisecra, explicó que este tipo de proyectos son clave para estabilizar la red eléctrica chilena, ya que permiten gestionar el exceso de energía solar durante el día y cubrir la demanda máxima durante la noche. “Aportamos una solución tecnológica real para el sistema eléctrico del país”, afirmó.
En un comunicado añadió que «Estamos orgullosos de comenzar las operaciones en Quillagua con varios meses de anticipación, llevando la energía del sol a la noche, y de compartir este momento con nuestros socios, la comunidad y las instituciones y autoridades locales.»
Chile apuesta por una matriz energética renovable
En los últimos seis años, Chile ha multiplicado por diez la participación de la energía solar y eólica en su matriz energética. Según cifras del Ministerio de Energía, el país está en camino a que el 70% de su energía provenga de fuentes renovables antes del año 2030, lo que lo convierte en un referente latinoamericano en materia de sostenibilidad.
La inauguración de Quillagua no solo representa un avance en la capacidad instalada del país, sino también una señal clara de que el futuro energético de Chile es verde, eficiente y cada vez más autónomo.
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