El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, confirmó este lunes el cierre definitivo del plan Estadio Seguro, iniciativa que buscaba garantizar condiciones de seguridad en los espectáculos del fútbol profesional chileno. El anuncio se realizó durante una actividad junto a Carabineros en la comuna de Providencia, y llega días después de los violentos incidentes registrados en el Estadio Monumental durante el partido entre Colo Colo y Fortaleza, que terminó con dos personas fallecidas.

Estadio Seguro: una política pública que no logró su objetivo
El plan Estadio Seguro fue implementado en 2011 bajo el primer mandato del expresidente Sebastián Piñera, con el fin de combatir la violencia y los delitos en los recintos deportivos. Sin embargo, según palabras del propio ministro Cordero, la iniciativa “ha fracasado en su diseño, estructura y funcionamiento”. En la práctica, aseguró, no cumplió con los objetivos para los cuales fue creado.
“Estadio Seguro fue una iniciativa a la cual todos los gobiernos han puesto significativos empeños, y por distintas razones, atribuibles tanto a su sistema como al contexto actual, este ha fracasado”, afirmó el secretario de Estado.
Tres razones clave para cerrar Estadio Seguro
Cordero explicó que la decisión de cerrar el plan responde a tres factores principales:
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Desactualización institucional: El modelo de Estadio Seguro fue diseñado bajo una lógica del antiguo Ministerio del Interior, cuyas competencias hoy están distribuidas en el nuevo Ministerio de Seguridad.
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Cambios en la legislación: Las normativas que regulan los eventos masivos han evolucionado, restando vigencia al marco legal que sustentaba la operación del plan.
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Nuevas dinámicas delictuales: El comportamiento de las personas que cometen ilícitos dentro y fuera de los estadios ha cambiado, y requiere un enfoque más moderno y adaptado a la realidad actual.
Hacia una nueva estrategia de seguridad en el fútbol
Con el cierre del plan Estadio Seguro, el Gobierno busca avanzar hacia un enfoque más integral y coordinado para enfrentar la violencia en el fútbol. El objetivo, según el ministro Cordero, es dejar atrás la figura de un “zar de los estadios” y asumir que el fútbol profesional es un evento masivo que necesita múltiples responsables y una planificación moderna de seguridad.
“Hay que dejar de identificar como si existiera una sola persona encargada de la seguridad dentro de los estadios. La organización de estos eventos requiere una mirada más amplia y una responsabilidad compartida entre distintos actores”, concluyó Cordero.
El cierre de Estadio Seguro marca el fin de una etapa en la política pública chilena en materia de seguridad deportiva, y abre la puerta a una reformulación que se espera esté más alineada con los desafíos actuales que enfrenta el fútbol profesional en el país.
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