Rodrigo Paz Pereira, del centro-derecha y del Partido Demócrata Cristiano de Bolivia, ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 19 de octubre de 2025 con cerca del 54,5 % de los votos, derrotando a Jorge “Tuto” Quiroga (aprox. 45,4 %). Este resultado pone fin a casi dos décadas de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS) en la presidencia de Bolivia. Paz asumirá el cargo el 8 de noviembre de 2025, y deberá gobernar sin una mayoría legislativa clara, lo cual implicará la necesidad de establecer alianzas políticas.

Economía, negocios e inversión
El nuevo presidente propone un modelo basado en el eslogan “capitalismo para todos” y estrategias orientadas a la formalización económica, la reducción gradual de subsidios y el estímulo al sector privado. Bolivia enfrenta actualmente un escenario económico complejo: inflación de más del 20 %, escasez de reservas en dólares, caída en las exportaciones de gas y una fuerte demanda de reformas estructurales.

Paz también ha manifestado su interés en reactivar la inserción internacional de Bolivia y reanudar relaciones diplomáticas con Estados Unidos y otros actores globales.
Implicancias para Chile y la región
Para Chile, el cambio político en Bolivia abre varias líneas de atención: desde la energía —dado el rol de Bolivia como exportador de gas— hasta el comercio transfronterizo y posibles ajustes en los flujos de inversión regional. Dado que el nuevo gobierno boliviano enfatiza la apertura al sector privado y la diversificación productiva, empresas chilenas podrían encontrar nuevas oportunidades o verse afectadas por cambios en la normativa y en la política comercial.
En el ámbito diplomático, una Bolivia que reorienta sus relaciones podría significar un reajuste en el mapa de alianzas suramericanas, lo cual tiene relevancia para Chile en su rol regional.
Desafíos inmediatos del nuevo mandato
El gobierno de Paz debe abordar numerosos retos estructurales: consolidación fiscal, fortalecimiento institucional, decisiones sobre subsidios energéticos y reconstrucción de reservas externas. La falta de una mayoría parlamentaria limita la capacidad de acción inmediata y requiere una gestión de consenso para avanzar en reformas. s Asimismo, el tiempo será un factor clave para que los anuncios se traduzcan en resultados económicos concretos y percepción de cambio, especialmente en un contexto donde la paciencia de la ciudadanía boliviana se ve probada.
Lee también: desvios-autoritarios-boric-alerta-en-conmemoracion-en-roma/