Se calcula que alrededor del 50% de los adultos, en particular los varones, sufre de ronquidos.
Este fenómeno, tan frecuente que podría pasar por «normal», traduce sin embargo problemas de respiración y oxigenación durante el sueño.
Ya sea porque la forma anatómica de la cara y faringe de la persona lo favorece ( mentón corto, paladar alto en los respiradores bucales, obstrucción nasal por desviaciones de tabique, pólipos o adenoides en los niños, lengua excesivamente grande, amígdalas y/o úvula grandes ).
O también, porque se produce un colapso de la faringe en la zona posterior a la lengua al dormir, el ronquido es no solo molesto sino además peligroso.
En particular, cuando asociado al roncar se alternan «pausas» en la respiración comenzamos a hablar de APNEA del sueño.
Apnea es dejar de respirar durante el sueño al menos durante 10 segundos. Si junto a RONCAR y hacer APNEAS aparece además una SOMNOLENCIA exagerada durante el día se configura el cuadro completo de una Apnea Obstructiva del Sueño.
¿Por qué obstructiva? Porque las apneas de los recién nacidos y lactantes se producen por inmadurez cerebral y por tanto porque al cerebro “se le olvida” dar la orden automática para que el niño respire, sobre todo durante el sueño, es decir, son “centrales”.
En cambio en los adultos el mecanismo pasa por un colapso de la vía aérea, al cual contribuyen entre otros factores mandíbula inferior corta, grandes amígdalas, relajación de la vía aérea alta, desplazamiento de la lengua hacia atrás que provoca además el ronquido, etc.

Es por eso que el principal tratamiento hoy, y el único probadamente efectivo, es el uso de un dispositivo mecánico denominado CPAP ( Continuos Positive Airway Pressure ó presión continua positiva de la vía aérea ) que entrega aire a presión a través de una mascarilla oronasal o nasal, flujo que entra en la faringe y evita el colapso de las paredes de la laringe y de la lengua.
¿Por qué es peligroso este cuadro? Porque el principal efecto, mas allá del ronquido y de la tendencia a dormirse en el día, que ya provocan riesgo por ejemplo al conducir vehículos o en el trabajo, es la sobrecarga del sistema cardiovascular y cerebral. Hoy, es la principal causa de hipertensión arterial, y de buena parte de los eventos cardíacos o cerebrales relacionados (infartos, muerte súbita ).
Para el diagnóstico, se efectúa un seguimiento del sueño durante una noche en un laboratorio ad hoc, examen denominado Polisomnografía, y de acuerdo al resultado se indica el uso del CPAP .
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