Rancagua vive un momento de transformación en su movilidad urbana, ya que las calles Cuevas y O’Carrol serán designadas como vías exclusivas para el transporte público.
La medida, publicada en el Diario Oficial el 28 de febrero, entrará en vigor en cinco días hábiles, aunque su implementación ha generado controversia y críticas entre distintos actores políticos y administrativos de la ciudad.

Controversia y Falta de Coordinación
La resolución, firmada por la Seremi de Transportes, Flavia González, establece que a partir del 07 de marzo las calles Cuevas y O’Carrol serán exclusivas para el transporte público.
Esta medida pretende mejorar los tiempos de desplazamiento y promover el uso eficiente del transporte colectivo, lo que en principio contribuiría a descongestionar el tráfico en Rancagua, sin embargo, la implementación en un plazo tan breve ha suscitado críticas en diversos sectores.
El alcalde de Rancagua, Raimundo Agliati, se ha mostrado en contra de la decisión. Según Agliati, la medida es «impracticable» por diversas razones:
- Falta de señalética: No se han instalado los dispositivos necesarios que indiquen la nueva regulación en las vías.
- Comunicación deficiente: La ciudadanía no ha sido informada adecuadamente sobre el cambio, lo que puede generar confusión y sanciones injustas.
- Ausencia de coordinación y presupuesto: El municipio no fue consultado previamente, y no existe presupuesto ni personal específico asignado para la implementación y fiscalización de la norma.
Esta situación ha derivado en un enfrentamiento entre el municipio de Rancagua y la Seremi de Transportes, quien defendió la resolución como un acto administrativo que ya fue formalizado en el Diario Oficial.
Impacto en la Movilidad y Sanciones para Vehículos Particulares
Una de las medidas más polémicas consiste en que los automóviles particulares que ingresen a las calles Cuevas y O’Carrol solo podrán avanzar 200 metros o dos cuadras.
De excederse este límite, los conductores incurrirán en una infracción que se considerará como falta grave. Esta disposición busca incentivar el uso del transporte público, aunque también podría afectar a quienes dependen de sus vehículos particulares para movilizarse en la ciudad.
La Seremi de Transportes, Flavia González, destacó en un comunicado de prensa que “las vías exclusivas son para mejorar los tiempos de desplazamiento y promover el uso eficiente del transporte público”.
No obstante, reconoció que el plazo de cinco días para la implementación resulta complicado y aseguró que solicitarán al Ministerio de Transportes una modificación en los plazos, así como una coordinación más estrecha con el municipio de Rancagua.
Reacciones Políticas y Llamado al Diálogo
La medida no solo ha generado reacciones desde el ámbito municipal, sino que también ha tenido eco entre diversas figuras del ámbito político regional.
Además del alcalde Agliati, diputadas como Natalia Romero y Marcela Riquelme han expresado su rechazo. También senadores como Juan Luis Castro y Javier Macaya han manifestado sus inquietudes respecto a la resolución.
El senador Juan Luis Castro criticó la falta de un diálogo fluido y de un plan de movilidad articulado que incluya a todos los actores involucrados, tales como el municipio, la gobernación y la Seremi.
Castro calificó la situación como “inexplicable”, enfatizando que la congestión es un problema cotidiano y que la medida fue aprobada sin la debida planificación ni consulta.
Por su parte, el senador Javier Macaya manifestó haber tomado contacto con el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, para transmitirle la inquietud que ha generado la implementación de estas vías exclusivas.
Macaya destacó la necesidad de revaluar la medida y establecer un diálogo integral con todos los sectores afectados, a fin de evitar impactos negativos en la movilidad y en la vida diaria de los ciudadanos de Rancagua.
La implementación de las vías exclusivas en Cuevas y O’Carrol busca impulsar un sistema de transporte público más eficiente en Rancagua, pero la falta de coordinación y la premura en el plazo de implementación han generado un clima de incertidumbre y rechazo en distintos sectores.
Mientras la Seremi de Transportes se compromete a buscar ajustes en los plazos y una mayor coordinación con el municipio, los actores políticos continúan demandando un proceso más inclusivo y planificado que tenga en cuenta las necesidades y el bienestar de la ciudadanía.
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