Las negociaciones entre Ucrania y Estados Unidos en Arabia Saudita han marcado un punto de inflexión en la diplomacia internacional. Tras el tenso intercambio entre Donald Trump y Volodimir Zelenski, ambas naciones lograron acercar posturas para la paz y reactivar el apoyo militar estadounidense a Ucrania.
Acuerdo de alto el fuego: un primer paso
En el marco de estas negociaciones, Ucrania aceptó la propuesta de un alto el fuego temporal de 30 días, siempre y cuando Rusia también lo apruebe. Inicialmente, Ucrania propuso un cese de hostilidades limitado a ataques aéreos y marítimos. No obstante, la contrapropuesta estadounidense amplió el alcance del acuerdo para incluir toda la línea del frente.
El presidente Zelenski calificó la propuesta como «positiva» y afirmó que ahora depende de Estados Unidos convencer a Rusia para su implementación. Por su parte, el ministro de Exteriores ucraniano, Andrii Sibiha, aseguró en redes sociales que este esfuerzo es «un paso para alcanzar un fin justo de la guerra» y demuestra quién está realmente comprometido con la paz.
Los objetivos de ucrania en las negociaciones
Según Aliona Hetmanchuk, directora del centro de investigación New Europe Center, la estrategia de Ucrania en estas conversaciones tuvo dos objetivos principales:
- Demostrar que Rusia es el verdadero obstáculo para la paz.
- Transferir la presión diplomática a Moscú.
Los informes sobre la reanudación del apoyo militar y el intercambio de inteligencia indican que estos objetivos han sido alcanzados, reforzando la posición ucraniana en la mesa de negociaciones.
Las expectativas frente a Rusia
A pesar de los avances, los analistas advierten que Rusia podría aprovechar el alto el fuego temporal para consolidar su posición en los territorios ocupados. Oleksij Haran, de la Academia Petro Mohyla de Kiev, señala que el Kremlin podría aceptar la tregua solo para luego sabotearla o utilizarla como moneda de cambio en futuras negociaciones.
Además, existe la preocupación de que, en un eventual gobierno de Trump, Estados Unidos flexibilice sanciones contra Rusia, allanando el camino para acuerdos económicos bilaterales. Según Haran, esto podría permitir a Moscú mantener su influencia sin ceder en su reclamación sobre los territorios ocupados.
Para Ucrania, las negociaciones en Arabia Saudita han sido un éxito diplomático, al menos en el corto plazo. La falta de presión por parte de Estados Unidos para aceptar las condiciones rusas refuerza la postura de Kiev en la comunidad internacional. Sin embargo, el reto ahora es lograr que Rusia acepte la tregua sin aprovecharla para su beneficio estratégico.
El resultado final dependerá de la capacidad de Estados Unidos para persuadir a Moscú y de la disposición rusa para cumplir con los acuerdos. Mientras tanto, Ucrania sigue defendiendo su soberanía en el escenario global, demostrando que su compromiso con la paz es inquebrantable.
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