El fútbol chileno está de luto tras el fallecimiento de Eduardo “Gino” Cofré, recordado delantero que fue parte fundamental del bicampeonato que consiguió Universidad de Chile en las temporadas 1994 y 1995. Cofré murió a los 63 años durante la madrugada de este martes en el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, producto de complicaciones por una neumonía que lo mantenía internado desde hace varios días.
La noticia fue confirmada por el propio centro asistencial y replicada rápidamente por Cooperativa Deportes y otros medios nacionales. Minutos más tarde, el Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup) expresó sus condolencias a la familia y amigos del exjugador.

Un delantero con historia en el bicampeonato azul
Nacido en 1961, Gino Cofré comenzó su carrera profesional en 1983 con la camiseta de Santiago Wanderers. Luego de destacadas temporadas, continuó su paso por varios clubes nacionales como Deportes Concepción, Palestino, Cobresal y Everton de Viña del Mar, hasta que en 1992 recaló en Universidad de Chile, donde dejó una huella imborrable.
Fue en el club azul donde vivió su etapa más recordada. Con goles claves —incluyendo a Colo Colo en el clásico—, Cofré se transformó en uno de los jugadores más queridos por la hinchada, ayudando al equipo a conseguir el anhelado bicampeonato en 1994 y 1995 bajo la dirección de Jorge Socías.
También aportó a la Roja
Además de su trayectoria en clubes, Cofré tuvo participación internacional representando a Chile. En categorías menores, fue parte de la selección Sub 20 en los Juegos Sudamericanos de 1986 y jugó el Preolímpico de 1988.
En la selección adulta tuvo una única aparición oficial, en un partido ante Inglaterra en 1984, sumando así una experiencia internacional que, aunque breve, complementó una carrera llena de momentos destacados.
Una despedida sentida por el fútbol chileno
El fallecimiento de Eduardo Cofré ha generado múltiples muestras de pesar en el mundo del fútbol nacional, no solo por lo que representó en el plano deportivo, sino también por su calidad humana y el cariño que le tenían excompañeros, hinchas y dirigentes.
Aunque su figura sobresale en la memoria colectiva de los fanáticos de Universidad de Chile, el legado de “Gino” también se extiende a quienes siguieron su carrera en regiones, especialmente en Viña del Mar, donde pasó sus últimos días.
Con su partida, se cierra el capítulo de un delantero icónico, ligado para siempre a la historia del bicampeonato azul, pero también a la pasión del fútbol chileno en los años 80 y 90.
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